martes, 17 de noviembre de 2015

¿Así es la vida...?

En los tiempos de ahora, estamos mal acostumbrados a naturalizar cosas que no deberían.

¿A qué me refiero? Bien, en Sociología, la naturalización es un fenómeno que lleva a los hombres a considerar sus acciones y sus creencias como naturales, ligadas a su naturaleza, como si fuera algo cotidiano.

Naturalizamos una infidelidad, un atentado en ciertos países de Oriente, una enfermedad, etc. Porque estamos acostumbrados a escuchar relatos sobre aquéllos hechos sociales. Pero cuando algo difiere de ello o es algo inesperado, sólo nos toma por sorpresa el hecho de que haya ocurrido.

Y algo así, está pasando con lo ocurrido en Francia - Siria. Es lamentable. Hoy en día todos opinamos acerca de lo sucedido, tomamos nuestras diferentes posturas e ideologías, dejándonos llevar o por el sentido común, la religión o el simple hecho de hablar, sumado al amarillismo de los medios de comunicación

¿Acaso es natural una muerte masiva de inocentes?. Para nada.

También naturalizamos la inseguridad de nuestro propio país: robos, asesinatos, violaciones, etc. Lo cual provoca en algunas personas el propio miedo a salir de la calle, justamente por temor a que algo de todo esto que ven en los medios de comunicación les ocurra a ellos mismos. Desatándose así en casos extremos agorafobias, por ejemplo. 

En lo personal, no miro las noticias. Puedo leer de cuando en cuando algún que otro diario por internet, twitter, etc. Pero es mirar malas noticias, sufrimiento y la verdad es que no tengo ganas de deprimirme con esas cosas o que barran sobre mis restos diurnos.

Gracias, pero no.

Siguiendo el tema, entonces al naturalizar, lo único que hacemos es justificar lo sucedido, diciendo que es normal, tiene que ser así, porque sí. Porque ¡así es la vida!.
Entonces los invito a que ante algún suceso ocurrido en su día, su semana, su mes, lo piensen, lo reflexionen, lo razonen, lo analicen y vean que a veces las cosas que suceden no son parte de la cotidianidad o porque así es la vida, es lo que nos tocó.

Si ven que no les ocurre nada o sienten que no es así, comiencen su rutina analizando su alrededor. O recordando situaciones que hayan vivido. ¿Un ejemplo? 

Supongamos lo siguiente:

Una noche de sábado, pasadas las 00hs, salís a tomar algo acompañada a un barcito de Plaza Serrano. Te pedís un rico trago y conversas con la persona que está enfrente tuyo. Al rato, se acerca un niño de no más de 10, 12 años, te entrega una tarjetita y repite la misma acción con otras personas sentadas en las cercanías. Vuelve a pasar a recoger las tarjetitas pidiéndote algo a cambio: dinero. 

¿Es natural que un niño a esas horas de la noche deambule solo, buscando dinero para vaya a saber quién? ¿No les parece que no es natural y que atenta contra sus derechos de niño?. Donde en realidad lo natural, lo justo, es que el niño esté en su casa, mirando dibujitos animados o durmiendo calentito en su cuarto. ¿Vieron cómo cambia la cosa?.

Mucha ignorancia, nula empatía.

Reflexionen y si quieren un cambio verdadero, comiencen por ustedes mismos. Contagien su alrededor con todo lo bueno que pueden hacer, los valores que pueden brindar. El cambio empieza por uno.

Abrazo. 

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