viernes, 26 de febrero de 2016

Justo a tiempo

Tengo muchos escritos de hace años atrás y cada vez que los leo es como si volviera a ese momento, pero me siento diferente.

Escribía mucho sobre amor, tristezas, música. Pero entre ellos encontré este texto que fue escrito un 9 de abril de 2012. Espero les guste.

Y de repente, un día me vi parada sobre la ciudad. Hecha una mujer. Dejé atrás los juguetes, las muñecas y comencé a vivir. A valerme por mi misma, a sentirme plena, a hacer cambios, a dar y recibir amor, a sentir que con la música, con sus letras y melodías, podía llegar a sentirme más que identificada. Sentirme parte de ella. Caminando por una calle vi mi vida, a veces tropezaba con la misma piedra, otras veces me caía, pero volvía a levantarme porque el camino sigue. Comencé a extrañar, a necesitar. A quererme. A quererte.
A comprender que si no hacemos lo que queremos, no vamos a llegar a nada. Que todo pasa por algo, que si cierta ocasión sucedió fue porque así tuvo que ser, porque estaba en el lugar, en el momento y en la hora indicada. Parada, esperando a que suceda, sin saberlo.
Miré para atrás y vi todo lo que dejé, todo lo que evolucionó de mi. Pero saber que dentro mío, todavía existe esa niña que llora con una película de dibujos animados, esa niña que cuando llega a su casa espera recibir la comida que le gusta. Que se divierte con cosas que quizás para el ojo ajeno son insignificancias. Pero eso es lo que me encanta. Lo poco. Lo mínimo. Los pequeños detalles marcan la gran diferencia. Y así me vi un día. Corriendo por quien lo merecía, por quién me necesitaba. Frenada por quienes lo ameritaban, por quienes me querían. Con moretones por golpes que me di en todo este trayecto. Con cicatrices que con el tiempo se borran pero no del todo. Para verlas, para que no las olvides. Para que nunca dejes de recordar lo que fuiste, lo que pasaste.
Y así me veo hoy. Hecha una mujer, con alma de niña, con la sensibilidad a flor de piel. Con la mirada puesta en un futuro, lleno de proyectos. Algunos planeados para lograrlos sola, otros para vivirlos con alguien que esté a mi lado. Ya sean amistades o amores o familia.
Y así me veo hoy.

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